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RESEÑA: Maurice

¡Buenas tardes, estimados lectores del blog! Les traigo reseña de un libro que llegó a mi hace varios años y que ansiaba leer pero que posponía porque no iba a poder dedicarle el tiempo que merecía. Hace ya unos años vi la película y quedé enamorada de Alec Scudder, por lo que era NECESARIO hacerme con un ejemplar. Además, Forster es un autor que me fascina y sabía que no me iba a decepcionar.
Como siempre les recomiendo, vamos a poner un poco de música para hacer la lectura de la reseña más entretenida; abran el link, suban el volumen.
Comenzamos.

FICHA TÉCNICA

  • Título: Maurice.
  • Autor: E. M. Forster.
  • Editorial: Biblioteca Universal Planeta.
  • Páginas: 219.
  • ISBN: 84-320-6345-2

SINOPSIS: Maurice, escrita en 1914 y publicada en 1971, cuenta la difícil adolescencia y juventud de un londinense perteneciente a la burguesía acomodada —cuyo nombre da título a la novela— que descubre de manera imprevista que sus sentimientos no son heterosexuales, sino que van dirigidos a individuos de su propio sexo. La obra está dedicada a «tiempos mejores», o sea, a una época más dichosa que pudiera contemplar sin hostilidad las claves íntimas que laten en sus páginas. La dedicatoria encierra así la intención de un libro delicado y sutil que su autor no se atrevió a publicar en vida, por temor a chocar con el puritanismo que imperó en la sociedad británica.

Aviso de antemano que en la reseña hablaré de mi forma de ver a los personajes, contando un poco de la historia, pero haciendo hincapié en mi percepción de los sucesos. No haré spoilers de forma directa, pero quizás ALGO de lo que diga pueda ser considerado como tal. Los spoilers estarán en blanco, así que si quieren leerlos, deberán seleccionar el texto. Alerta permanente.

Inicialmente, aprendamos un poco de historia:

En 1533 durante el reinado de Enrique VIII el parlamento promulgó la Buggery Act que entró en vigor en Inglaterra en 1534, que fue la primera ley de sodomía gubernamental en el país, ya que anteriormente la homosexualidad había sido perseguida sólo por los tribunales eclesiásticos. En principio la ley definía el delito de sodomía como cualquier acto sexual «antinatural contra la voluntad de Dios y el hombre». Los tribunales lo reformaron para incluir solamente el sexo anal y el bestialismo​ y establecía la pena de muerte por ahorcamiento además de la incautación de los bienes del ajusticiado. Tras varias suspensiones y reformas se convirtió en una ley definitiva en 1563 durante el reinado de Isabel I,​ y estuvo en vigor durante más de tres siglos. Las ejecuciones no eran muy frecuentes pero lo suficiente para mantener el clima de terror y represión. La última ejecución tuvo lugar en 1836.
En 1861 fue sustituida por la Offences Against the Person Act 1861 (ley de delitos contra las personas), en este código la sodomía continuaba siendo un delito, aunque se sustituía la pena de muerte y la incautación de todos los bienes por un amplio rango de condenas que iba desde multas a penas de prisión (que podían llegar a la cadena perpetua). En 1885 se produjo una reforma de la ley, la Criminal Law Amendment Act 1885, por la cual se extendía el delito de sodomía a cualquier práctica sexual entre varones y no solo al sexo anal. La ley afectó a todos los sectores sociales y en la época victoriana se desataron varios escándalos cuando se vieron implicados personajes conocidos. Los que tuvieron más repercusión mediática fueron el proceso a Oscar Wilde y el escándalo de la calle Cleveland.

Al comenzar los años 1950 la presión policial sobre los varones homosexuales se había reducido, pero los arrestos, denuncias y juicios seguían produciéndose, incluso de personajes famosos. Pero a diferencia del pasado parte de la opinión pública y la prensa se mostraron en contra de la persecución. Un mes después del juicio Montagu el ministro de interior acordó organizar un comité para estudiar y debatir el asunto de la homosexualidad en la ley de delitos sexuales. El anuncio oficial se hizo en la cámara de los comunes el 18 de abril de 1954. En agosto de ese mismo año se reunió por primera vez el comité formado por quince miembros y presidido por Lord Wolfenden «para considerar (…) la ley y práctica relativa a los delitos de homosexualidad y el tratamiento que reciben las personas acusadas de tales delitos por los tribunales.» La conclusiones del comité, más conocido como el informe Wolfenden se publicó el 3 de septiembre de 1957 recomendando que “las prácticas homosexuales entre adultos que consintieran en privado no debía seguir siendo un delito” y que “la homosexualidad no podía legítimamente considerarse una enfermedad, porque en muchos casos era solo un síntoma y completamente compatible con una completa salud mental en los demás aspectos.”

Diez años después de la publicación del informe Wolfeden y de continuas campañas el nuevo proyecto de ley de delitos sexuales fue presentado en le parlamento en 1967 para materializar las recomendaciones del informe.

La ley de delitos sexuales (Sexual Offences Act 1967) fue aprobada despenalizando las prácticas homosexuales consentidas, entre mayores de edad y en privado. Pero esto fue sólo una despenalización parcial porque mantenía prohibiciones respecto a la sodomía y la indecencia. Las dos últimas condiciones para que no se produjera delito originaban intromisiones legales inaceptables y fueron objeto del debate posterior. Se establecía una discriminación al marcar la edad de consentimiento sexual en 21 años para los homosexuales cuando para los heterosexuales era 16. Además el término «en privado» fue interpretada demasiado estrictamente en los tribunales, limitándolo a dos personas en la intimidad de su hogar, lo que excluía incluso la habitación de un hotel. Llegándose al extremo de quedar prohibido las prácticas en el domicilio privado cuando hubiera una tercera persona, aunque estuviera en otra habitación, y por supuesto vetaba el sexo en grupo. Y prohibía cualquier expresión en público, lo que permitía que la mayoría de los varones homosexuales siguieran siendo acosados por la policía. La ley de delitos sexuales de 1967 solo era aplicable en Inglaterra y Gales y no en Escocia, Irlanda del Norte, las islas del canal o la isla de Man donde las prácticas homosexuales seguían siendo ilegales. Por todo ello organizaciones como Campaign for Homosexual Equality y el Gay Liberation Front continuaron luchando para conseguir la total igualdad.

Al comienzo del siglo XXI se promulgaron varias leyes que garantizaron la igualdad en la legislación británica. La ley de adopción de 2002 estableció que los niños podían ser adoptados tanto por personas solteras como por matrimonios lo que abría las puertas de la adopción a los homosexuales en Inglaterra y Gales. Se estableció lo mismo en Escocia en 2007. La sección 28 fue derogada en Escocia en su segundo año de existencia por la ley de Standars éticos en la vida pública de 2000.14​ Un intento de eliminarla de la legislación de Inglaterra y Gales fue rechazada en la cámara de los lores por una iniciativa liderada otra vez por la baronesa Young. Tras su muerte en 2002 se eliminó en la Local Government Act 2003, que entró en vigor el 18 de noviembre de 2003. Siguiendo una directiva de la Unión europea de 2000 se aprobó una regulación que prohibía la discriminación laboral por razones de orientación sexual en 2003.

El 1 de mayo de 2004 entró en vigor la Sexual Offences Act 2003, en la que se eliminaba todas las especificaciones relativas a la homosexualidad de la ley de 1967, eliminándose la especificación de estricta privacidad, dejándose de establecer diferencias de orientación sexual de los participantes en cualquier práctica en la ley. Y que además la Criminal Justice Act 2003 estableció como agravante de cualquier delito la hostilidad por motivo de la orientación sexual. El 18 de noviembre 2004 se aprobó la ley de Unión civil para parejas homosexuales. La primera unión se produjo a las 11:00 horas del 5 de diciembre de 2005 entre Matthew Roche y Christopher Cramp en St Barnabas Hospice, Worthing, West Sussex. Las primeras uniones civiles celebradas tras el periodo preceptivo tuvieron lugar el 19 de diciembre en Irlanda del Norte, el 20 de diciembre en Escocia y el 21 de diciembre en Inglaterra y Gales. El 30 de abril de 2007 entró en vigor la ley de igualdad de orientación sexual a semejanza de la aprobada en 2006 en Irlanda del norte. En ella se prohibía la discriminación en función de orientación sexual en cualquier intercambio de bienes o servicios similar a las que se habían establecido en 1975, 1976 y 1995 para las discriminaciones en función de género, raza o por motivos de discapacidad respectivamente. En octubre de 2007 el gobierno anunció la introducción de una enmienda del código penal que tipificara el delito incitación al odio en función de la orientación sexual, como se había hecho respecto a la raza o la religión en la legislación de 2006, lo que ya había hecho Irlanda del norte. En octubre de 2007 se añadió la discriminación por orientación sexual a los asuntos a tratar por la Comisión para la igualdad y los derechos humanos y se creó un grupo asesor sobre orientación sexual y de género en el ministerio de salud.

Entonces, como podrán ver, la represión que sufrían las personas del colectivo LGBTQ+ era terrible, y dentro de éste marco ha nacido la obra, como reflejo del dolor de la sociedad y de los horrores que tenían que vivir aquellos que amaban a los de su mismo sexo. Imaginen que «Maurice» se publicó 60 años después de que Forster terminara de escribirla, y que hasta el día de hoy muchas personas siguen siendo atacadas por su sexualidad.

Focalizados desde el PoV de Maurice, comprenderemos la sociedad a su manera, mediante las influencias que lo van formando poco a poco; seremos parte en una primer instancia, de su relación con Clive y el despertar del «amor», los tímidos primeros pasos hacia la liberación, el miedo al fracaso y el triste devenir ocasionado por las contraposiciones, y en una segunda parte, más madura emocionalmente, su aventura con Alec, que se transforma en el punto de quiebre de Maurice, el equilibrio que necesitaba para poder realizarse como hombre, amante y ser.
Es importante comprender que las relaciones no se desarrollarán de la misma manera, que el tierno slow-burn entre Maurice y Clive no tiene nada que ver con el amor pasional e impulsivo que brota entre Maurice y Alec, y no por eso uno es más válido que el otro, sino que pertenecen a etapas diferentes en la vida de Maurice, en su descubrimiento y su despertar.

Las descripciones pueden tornarse un poco extensas e intensas, pero son necesarias para comprender el accionar de cada personaje, su construcción desde los ojos de los demás, considerando siempre el contexto en el que están inmersos y las luchas que tienen que librar día tras día. Las acciones se tornan lentas en determinadas ocasiones, o parecen girar en círculos, así como los pensamientos de los involucrados en la escena, que tienden a ir de aquí para allá en busca de la respuesta adecuada; la dicotomía entre lo que se quiere y lo que se debe está presente a lo largo de todas las páginas, lo moralmente aceptable frente a la verdadera necesidad del ser. Los escenarios tienen una fuerte impronta: la relación con Clive se explota en su época de formación académica, inocente y exploratoria; mientras que su historia con Alec comienza en un ambiente salvaje, entre el bosque y el río, mostrando así una faceta más instintiva, más carnal y aventurera.
El tono de la obra, la belleza del lenguaje empleado, la impronta de cada personaje, con sus faltas y aciertos, el avance de los conceptos de clase, masculinidad, nacionalidad, personalidad e imposición cultural, una obra que lo analiza todo desde un conmovedor relato de introspección y conocimiento.

After all, is not a real Hell better than a manufactured Heaven?

Personajes con profundidad psicológica y filosófica, amores que traspasan la barrera de la clase social y del miedo, un clásico bellísimo que todo el mundo debiera leer.
La adaptación cinematográfica fue estrenada en 1987, dirigida por James Yvory y protagonizada por James Wilby, Hugh Grant y (mi amor platónico) Rupert Graves. Pueden ver el trailer aquí.

Puntaje: 4 ⋆⋆⋆⋆ | 5

Nos vemos en la próxima entrada.
Un abrazo, y como siempre, gracias por leer.

Lizz ✩

Una respuesta a “RESEÑA: Maurice

  1. ¡Hola, Lizz! ¿Cómo estás?
    ¡Me encantó la sinopsis de tu libro y tu reseña! En cuanto al aspecto histórico que incluiste algo conocía de la Buggery Act en Inglaterra por haber leído la biografía de Oscar Wilde. Creo que voy a tratar de conseguir este libro y de leerlo pronto, porque estoy súper intrigada. De hecho, los personajes y las características de su relación me parecieron muy interesantes.
    Ahora me voy a chusmear el trailer de la peli (gracias por compartirlo también).
    ¡Buen Lunes feriado!
    Te leo pronto,
    Joti.

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